La historia de la cerveza es muy antigua y data desde las primeras civilizaciones. En México se ha logrado un mercado consolidado, y actualmente existe un rápido crecimiento de la cerveza artesanal.
Hablemos un poco de su historia.
La cerveza (conocida como “el pan liquido”) es una bebida fermentada a base de granos de cereal, normalmente malta de cebada. Esta bebida es tan antigua como nuestra civilización, pues data de entre siete y nueve mil años A.C. y se remonta hasta la antigua Mesopotamia. Fue en el año 4000 A.C. en Sumeria (Mesopotamia) donde se encuentran los primeros registros en tablillas de arcilla que hacen mención a esta popular bebida.
También se puede observar en la imagen de abajo a varias personas tomando cerveza.
En el imperio babilónico, a pesar del cambio cultural, la cerveza continuó siendo una bebida muy apreciada, ya que además era considerada también un alimento.
¿Cómo nace esta bebida?
Se cree que en un principio fue por casualidad. Ya que con la llegada de las lluvias y al encontrarse el pan almacenado en bandejas, estas se llenaban de agua. Así el calor y las levaduras salvajes fermentan el contenido, dando como resultado una bebida alcohólica. Esta gustó mucho a las personas, pues los relajaba y ponía alegres. Se cre que esto se dio en el inicio de la agricultura. Posteriormente los descubridores encaminaron sus métodos para repetir el proceso y obtener como resultado una bebida más controlada.
Su expansión por el mundo
Los antiguos egipcios no podían quedarse atrás, ya que también elaboraban cerveza. Aunque su elaboración, fue de una forma muy parecida, a partir de una masa de pan sin hornear, la cual dejaban expuesta a temperatura ambiente y gracias a la acción de levaduras salvajes, se convertía en cerveza a la que llamaban “zythum” o vino de cebada. En ocasiones agregaban miel, canela y algunos frutos, como dátiles para darle un agradable aroma y sabor.
Los egipcios fueron los primeros en comercializarla; fue tanto el auge y la aceptación, que incluso se podían pagar impuestos con ella.
La cerveza se volvió tan popular, que se encuentra en casi todas las culturas. Probablemente pasó de Egipto a Europa debido a que durante las cruzadas, los caballeros la llevaban consigo de regreso a sus países.
Pronto se extendió a otras regiones como Grecia y Roma gracias al comercio que sostenían con los egipcios. Es una bebida que ha encantado a los humanos en todas las culturas. Algunos poblados del norte de Europa aprendieron su elaboración, perfeccionando así su técnica de fabricación y comenzaron a utilizarla para celebraciones, así como en sus triunfos en batallas.
A medida que se fue dando a conocer, se fue perfeccionando su proceso de elaboración, a tal grado que se comenzó a utilizar el lúpulo para darle aroma, sabor y su característico amargor. El lúpulo, además de conservarla por mayor tiempo, sigue siendo en la actualidad uno de los principales ingredientes. De hecho es muy raro encontrar cerveza sin lúpulo, y ha llegado a convertirse en un ingrediente absolutamente esencial.
La ley alemana de pureza de la cerveza
En la historia alemana, se encuentran registros del duque bávaro Guillermo IV, quien el 23 de abril de 1516 promulgara la ley de pureza de la cerveza, también conocida como el Reinheitsgebot. Esta ley dice que para su elaboración se deben usar exclusivamente solo cuatro ingredientes: agua, lúpulo, malta de cebada y levadura. La ley promultada se exhibe en el antiguo monasterio cisterciense de Aldersbach.
Esta es considerada la ley de alimentos más antigua del mundo. Fue tan importante la influencia alemana en fijar las características de la cerveza moderna, que hoy en día muchos maestros cerveceros artesanales, nos seguimos apegando a esta ley de pureza.
A fines del siglo XVIII con la llegada de las máquinas de vapor, llegan también los primeros sistemas de bombeo y con ello se logró un proceso más eficiente y un mejor manejo de la cerveza. Todo esto aunado a que por esa época fue descubierto como crear, mantener y controlar el frio, aplicando estos conocimientos a la elaboración de la misma.
Uno de los descubrimientos más importantes para la industria cervecera fue en el siglo XIX. El investigador francés Luis Pasteur, gracias a su microscopio, trajo consigo grandes avances, como el descubrimiento del hongo del cual se deriva la levadura responsable de la fermentación de la cerveza. Esto ayudó a entender por qué se fermentaba. Antes de ellos no se tenía una noción específica, y solo existían especulaciones. Con este descubrimiento se pudo controlar la producción de la misma, dando como resultado cervezas de mejor calidad y variedad.
En Munich, Alemania, desde 1810 se realiza cada año en el mes de octubre el festival de la cerveza para conmemorar la boda del rey Luis I de Baviera con Teresa de Sajonia Altenburgo. Es un evento internacional muy famoso, al que los fundadores de Cervecería Ríos, han tenido el placer de asistir.
Historia de la cerveza en México
Inicios desde la conquista de los españoles
Se cree que, desde la conquista, tras la llegada de los españoles, en 1542 el Monarca Carlos V autoriza a que se elabore los primeros litros de cerveza. Misma que se producía en una fábrica establecida en Amecameca y que estaba dirigida por el español Alfonso de Herrera. Sin embargo, esto no duró mucho, ya que implicaba traer maestros cerveceros de Europa. Esto porque solo ellos tenían los conocimientos, practica y experiencia para elaborar la cerveza, elevando así los costos. Por tal motivo, solo elaboraban pequeñas cantidades. Esto los lleva a optar por traer la cerveza en barcos, sin embargo, debían tener ciertas características de temperatura e higiene, ya que con frecuencia la cerveza se echaba a perder.
Inicios industriales y consolidación
Luego de que México lograra su independencia, comienzan a llegar inmigrantes europeos y estadounidenses, trayendo consigo de vuelta la cerveza, ya que en México la bebida más popular de ese entonces era el pulque y los inmigrantes lo consideraban insípido.
No fue hasta el siglo XIX, gracias a la llegada del ferrocarril, que logra consolidarse la industria cervecera en México. Con la llegada del ferrocarril no solo llegó la modernidad, sino que también trajo consigo una gran cantidad de cervezas estadounidenses, obligando a competir y crecer a la cerveza mexicana.
En 1891, se funda la Cervecería Cuauhtémoc, en Monterrey, Nuevo León, a cargo de Isaac Garza, José A. Muguerza, Francisco Sada y el cervecero Joseph M Schnaider.
Al comienzo del siglo XX la cerveza mexicana era más clara que la norteamericana, ya que para su elaboración se empleaba entre un 15 y un 30 por ciento de arroz.
Cerveza en la epoca moderna
Para el año 1925, el capital invertido en toda la industria cervecera era de aproximadamente 20 millones de pesos, la producción nacional era de alrededor de los 50 mil litros y la rama ocupaba cerca de dos mil 500 personas.
Hoy en día, el mercado ha crecido drásticamente. Y si bien el mercado mexicano cervecero está dominado por dos grandes compañías, Grupo Modelo (AB InBev) y Cuauhtémoc Moctezuma (Heineken), cada día los consumidores demandan productos más sofisticados, con nuevos sabores y texturas como lo es la cerveza artesanal.
México es el 6to mercado más grande en cuanto a cantidad de consumidores, pero no en litros per cápita, lo que supone un espacio enorme para crecimiento del consumidor. México consume 62 litros per cápita, que equivale a menos de la mitad de países como Republica Checa, Irlanda o Alemania. México es también el 4to mercado más rentable a nivel mundial.
Sin embargo, la variedad de cerveza está limitada drásticamente, donde en un bar promedio solo existen alrededor de 4 opciones de cerveza. Comparado con otros países, las opciones son muy pocas. En USA, Bélgica, Alemania, las opciones son de alrededor de 50-100 marcas y en algunos bares más de 500 cervezas diferentes.
Thomas Jefferson. Rembrandt Peale, 1800.
«la cerveza, si se consume con moderación, suaviza el temperamento, alegra el espíritu y favorece la salud».
Fuentes:
[1] Club Planeta – Historia de la Cerveza. www.clubplaneta.com.mx
[2] NATIONAL GEOGRAPHIC ESPAÑA
[3] Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Muy interesante el artículo. Es increíble como desde hace miles de años, ya nos encantaba la chela.
Salud.